LAS VEGAS, Estados Unidos.- El estadounidense Andre Ward venció por nocaut técnico al ruso Sergey Kovalev, en el octavo asalto de la pelea revancha disputada anoche en Mandalay Bay Events Center de Las Vegas, con los títulos del peso semipesado de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial (OMB) y la Federación Internacional (FIB) en juego.
Ward definió el pleito tras conectar una potente derecha en la cabeza y una andanada de golpes que enviaron contra las cuerdas a Kovalev, quien recibió tres claros golpes bajos, doblando su cuerpo por quedar muy sentido, pero el árbitro Tony Weeks intervino y decidió suspender las acciones a los 2:29 minutos del octavo capítulo, destacó la agencia Télam.
Hasta la polémica definición, la pelea era pareja con rounds muy cerrados. Ward sangró en sus fosas nasales desde el cuarto episodio, mientras que el ruso se quejó todo el tiempo de los golpes bajos que el referí Weeks le dejó pasar al campeón.
Tras el resultado oficial, que dejó nuevamente espacio a la polémica, Ward expresó no saber "cuál será el próximo paso" en su carrera y no descaró "subir al peso Crucero".
En tanto Kovalev disgustado pidió "la tercera pelea", la que "no se concretará", según lo expresado por el campeón.
"SOG" Ward, quien cuenta con un récord de 32-0-0, con 16 nocauts, mientas que Kovalev quedó con un historial de 30-1-1/ 26 KO.
El 19 de noviembre de 2016 Ward le arrebató los tres cinturones (AMB, FIB y OMB) también en una polémica decisión del jurado que lo vieron ganar con idéntica puntuación: 114-113.
En otra pelea estelar de la velada de Las Vegas, el imbatido cubano Guillermo Rigondeaux (18-0-0/ 12 KO) conservó el cinturón supergallo de la AMB, al derrotar por nocaut en el primer asalto al retador mexicano Moises Flores (25-1-0/ 17 ko).
En otro final que rayó con el escándalo, el cubano derribó a Flores con un cruzado de derecha cuando había sonado la campana de finalización del round.
Flores cayó aparatosamente, y al árbitro Vic Drakulik se le "quemaron los papeles. No pudo resolver de inmediato la situación y recurrió a los funcionarios de la Comisión Atlética del Estado de Nevada, única autoridad en la pelea, y tras varios minutos de deliberaciones y chequeo televisivo, dictaminaron que fue "un golpe lícito" el conectado por el cubano."El Chacal" Rigondeaux, oriundo de Santiago de Cuba, fue medalla dorada en los olímpicos de Sydney 2000 y Atenas 2004 (categoría gallo). El cubano radicado en Miami, se coronó campeón mundial supegallo AMB, cuando solo había disputado seis combates al derrotar a Ricardo Córdoba, en noviembre de 2010.